LA ANTIGUA FÁBRICA DE LUZ

    Siguiendo con el patrimonio industrial abulense hoy os vengo a hablar de una de las pocas fábricas que quedan en nuestra ciudad y que no son modernas (con esto me refiero a que no se han construido en el siglo XXI o a finales del XX). Pues bien, nos vamos a centrar en la antigua Fábrica de Luz.

LA COMPAÑÍA GENERAL ABULENSE

    A finales del siglo XIX, concretamente en la última década de este siglo en Ávila se aceleró el progreso, es en este momento cuando se empiezan a acometer mejoras por toda la ciudad (respecto a la electricidad, mejora de espacios como el matadero o el puente, etc.), y para llevarlas a cabo, se crea 1892 el instrumento de “la Compañía General Abulense”, la cual estaba formada por 12 miembros de la burguesía local. Su labor principal se centró en el alumbrado eléctrico, y es así como surge la idea de la construcción de una fábrica de luz en la ciudad.

CONSTRUCCIÓN DE LA FÁBRICA

     En 1896 se construye este edificio, todavía no tenía la chimenea tan característica que hoy podemos observar y que desgraciadamente es lo único que está bien conservado de este espacio. El encargado del diseño fue un tal Isidro Benito Domínguez. Su forma es muy característica dado que es de estilo neomudéjar*

* Un estilo artístico típico de finales del siglo XIX principios del XX (donde también surge el neogótico, neoclásico… vamos todos los “neos”, también conocida como arquitectura historicista, que intentaban imitar los estilos originales). El mudéjar originario era un estilo creado en la edad media por los musulmanes que residían en el territorio peninsular tras la conquista de su territorio también llamados “mudéjares”, destaca porque sus construcciones son en ladrillo o materiales blandos y tienen una decoración muy concreta. En Ávila el ladrillo es el material constructivo por excelencia. El estilo neomudéjar por consiguiente es igual a nivel técnico a su antecesor, pero hay que decir que se usaba sobre todo en espacios de ocio y festivos (una plaza de toros, salones…).

    Se decidió ubicarla en uno de los márgenes del río Adaja, el más próximo a la muralla pero, aunque la explicación más lógica para esto sería que se aprovechaba del agua para su producción, no es así, ya que utilizaba carbón, de ahí la necesidad de una chimenea por donde saliera el humo y que se construye en 1916. La explicación a su ubicación podría deberse a que es en el margen del río también donde se encontraba no muy lejos su homóloga “Fábrica de Algodón y Harinas” con lo cual, se podría considerar una especie de espacio industrial.

Visión actual de las ruinas

    

Ubicación de las dos fábricas

La función principal de esta fábrica era dar luz a toda la población de Ávila y se componía de dos edificios principales más otros adyacentes de menor tamaño. Está realizada con muros de mampostería y remates de ladrillo en las esquinas y otras partes, además tiene unos frontones escalonados que resultan llamativos.

SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS DE FUTURO

    Hoy en día, este edificio está abandonado y como consecuencia en ruinas, solo se mantiene en pie la chimenea en donde aparece la fecha de construcción de la misma. La pregunta principal es: ¿por qué se abandonó y no se reconvirtió? Seguramente con la evolución de la industria llegó un momento donde simplemente se quedó anticuada.

    El caso es que debido a la poca manutención de este espacio empezó a deteriorarse rápidamente y esto llevó a que el ayuntamiento interviniera obligando a los dueños del terreno a que en 2008 consolidaran las ruinas restantes (lo que implicaba entre otras cosas, tirar los techos dejando solo uno que se encontraba en mejores condiciones).

Visión actual de la Fábrica por fuera

     Otra pregunta que os podéis hacer es: ¿no es una pena que un espacio así se pierda?, bueno como ya mencionamos el tema del patrimonio industrial, no se le da tanto valor y por tanto es más fácil que edificios como estos desaparezcan silenciosamente. OJO que se propusieron varias medidas para intentar aprovechar el espacio, por ejemplo, se planteó crear un hotel de 3 estrellas, (que ya veríamos lo que mantenía de la estructura original pero bueno, era una idea). También se propusieron otros proyectos de rehabilitación quizás más respetuosos. Sin embargo, la situación actual es que sigue en ruinas cada vez más avanzadas y es un espacio donde se acumula basura y se hace botellón.

Interior de la fábrica

     En 2016 se celebraron los 100 años de la creación de este espacio, hubiera sido bonito hacer un proyecto de rehabilitación donde realmente se rindiera homenaje a este edificio, pero bueno, la esperanza es lo último que se pierde, esperemos que no acabe condenada a la demolición como le sucedió a  “la Fábrica de Algodón y Harinas” porque aunque está en terreno protegido, ya sabemos que eso por desgracia no siempre garantiza 100% la protección y repetir el mismo error dos veces SÍ que sería un delito.