La Real Fábrica de Algodón (o de Harinas)

 


 

Hoy os traigo un episodio similar al del anterior post, de pérdida de Patrimonio cultural; concretamente un edificio que se podría incluir en la familia de Patrimonio Industrial, muchos os preguntareis, ¿y qué es eso de Patrimonio Industrial? ¿Fábricas?,  Pues efectivamente, tiene que ver con eso, es el conjunto de los bienes muebles, inmuebles que han sido generados por actividades relacionadas con la revolución industrial. Pero además, es una de las ramas patrimoniales que más ha sufrido debido a su bajo interés por parte de la sociedad. No es algo bonito y no aporta dinero porque ¿quién quiere visitarlo? Entonces, la mayoría de la gente es reacia a conservarlo y es por esto por lo que muchos edificios y elementos industriales de gran valor se han perdido. Este es el caso concreto de "la Real Fábrica de Algodón" (posteriormente "de Harinas") de Ávila.

CREACIÓN DE LA FÁBRICA Y EVOLUCIÓN

Esta fábrica es mandada construir en 1791 por encargo del rey Carlos III (el Borbón italiano), ubicada en el arrabal del puente junto al río Adaja, estuvo destinada a la fabricación de algodón hasta 1817 cuando se cambia la materia prima por lana y posteriormente en 1830 por lino. Es en 1860 cuando se produce el salto a la producción de harina pasando a llamarse “Fábrica de Harinas Santa Teresa”, en 1914 se realizó una ampliación. Tiene una gran relevancia porque en el siglo XVIII fue de las primeras industrias textiles en España y era muy moderna. Llegó a dar empleo a un gran porcentaje de los abulenses. Además, destaca que fue en esta donde se produjo ¡uno de los primeros levantamientos obreros!

Por desgracia, en 1924, tuvo lugar el primero de los dos incendios que sufrió este edificio pero fue reconstruida y siguió en uso hasta su segundo incendio en 1984, cuando queda completamente arrasada y es abandonada definitivamente.

INTENTO DE DECLARACIÓN COMO MONUMENTO HISTÓRICO

            Cuando Ávila es declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1982, el plan urbanístico de la ciudad cambia, hay zonas que están protegidas y aquí entra la ribera del río incluyendo la fábrica, es de facto un edificio protegido por encontrarse en un suelo catalogado con esta protección; es decir, no se puede tocar. Con esto, igualmente se intentó que tuviera una mayor seguridad y fuera declarada “Monumento Histórico”; por aquel entonces, el edificio estaba en perfecto estado y en funcionamiento, pero, casualmente (y aquí que cada uno piense lo que quiera), el día en el que la entonces Comisión de Patrimonio de Castilla y León aprobaba elevar la propuesta de declaración a la Consejería de Cultura de esta comunidad, se produjo un incendio que destruyó todo el interior del edificio y su fachada, quedando completamente en ruinas. Tras este desafortunado incidente, se denegó la declaración alegando que estaba en muy mal estado. Junto a la Fábrica se ubicaban unas casas con materiales reutilizados del siglo XV-XVI que también se perdieron porque el ayuntamiento planteaba una expansión de la carretera en aquel punto, dado que había un estrechamiento y aquellos edificios “molestaban”.



INTENTOS DE SALVAR LA FÁBRICA DE LA DEMOLICIÓN

    Es el propio ayuntamiento el que quería demoler la fábrica desde un principio, sobre todo tras el incendio y posterior abandono, hubo muchos intentos para poder salvarla, se creó una asociación (Malqueospese la veré) o incluso historiadores de reconocido prestigio lo intentaron infructuosamente durante años. Se planteó la posibilidad de rehabilitar el espacio como un museo y varias opciones más, pero la negativa del ejecutivo local impidió todas ellas. La opinión pública estaba muy dividida porque por un lado, estaban aquellos que consideraban que era una ruina vieja que afeaba las vistas de la muralla (se realizaron pintadas en sus muros pidiendo la demolición) y por otro, aquellos que veían su valor patrimonial.

DEMOLICIÓN Y POSTERIOR REESTRUCTURACIÓN DE LA ZONA

    Finalmente, en un acto negligente por parte del ayuntamiento, se solicita en el año 94 la financiación para “obras de rehabilitación de monumentos, entorno y espacios donde está la Fábrica de Harinas” esto fue la mentira que inició todo ya que un sábado de madrugada sin previo aviso ni consentimiento legal, las máquinas entraron y destruyeron parte del edificio (Todos sabemos que NADIE hace obras un día no laborable y menos a las 3 de la mañana). Los actos se sucedieron y finalmente el 26 de marzo de 1996 fue demolida por completo con el pretexto entre otras cosas de que era una ruina total que afeaba las vistas (si tiras medio edificio…)

 


    La cosa es que el dinero adjudicado en un origen (en el año 94) debía ser para su conservación y estaba en zona protegida desde 1982, o sea no tenía justificación legal alguna y esto evidentemente acarreó consecuencias legales para el ejecutivo local, pero para entonces ya era tarde, el edificio había desaparecido. Hoy en día, lo que tenemos en su lugar es una explanada de granito (iba a ser un parque), con forma irregular, completamente desierta y donde se hace botellón los findes de semana (vamos todo un lujo). Actualmente de la fábrica si se observa desde el aire se puede ver la planta que tenía, ya que es la misma que la de la explanada.

La pregunta que deberíamos hacernos en este punto es ¿De verdad mereció la pena?






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